La policía georgiana detuvo a 34 manifestantes en la quinta jornada de protestas antigubernamentales contra la decisión de congelar hasta 2028 las negociaciones de adhesión a la Unión Europea (UE).
Según informó este martes el Ministerio del Interior, en total, desde el comienzo de las protestas europeístas, los detenidos ascienden a 258.
La céntrica avenida Rustaveli de la capital georgiana fue de nuevo el lunes escenario de violentos enfrentamientos entre los opositores y los efectivos antidisturbios.
Las protestas opositoras en Georgia desembocan en enfrentamientos con la Policía
Similares protestas también tuvieron lugar en otras ciudades de la nación caucásica como Batumi, Gori, Poti y Kutaísi, donde han sido atacadas las sedes del partido gobernante, Sueño Georgiano.
A su vez, según Interior, doce policías resultaron heridos durante los choques, con lo que el saldo total de efectivos del orden atendidos desde la pasada semana asciende a 125.
Uno de los líderes del partido opositor Movimiento Nacional Unido, Leván Jabeishvili, afirmó que las protestas «han quebrado» el régimen de Sueño Georgiano, y llamó desde las redes sociales a emprender «una segunda fase, más activa».
«Todas las ciudades deben erguirse y llevar a término lo que comenzamos. El ‘partido ruso’ moviliza a seguidores para restablecer sus fuerzas», alegó.
Por su parte, la presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, aseguró en X que en toda la geografía nacional el pueblo «se resiste al régimen marioneta de los rusos».
«Es un movimiento sin parangón en la historia de Georgia y el mensaje es claro. Devuelvan nuestro voto y nuestro futuro europeo», añadió.
Además, otro embajador georgiano, en este caso en la República Checa, abandonó el cargo siguiendo los pasos de sus colegas de EE.UU., Países Bajos y Bulgaria, en señal de repulsa por la decisión del ejecutivo en relación con la UE.
Por su parte, el primer ministro de Georgia, Irakli Kobajidze, descartó la posibilidad de negociaciones con la oposición, pero se mostró dispuesto a conversar con representantes de la sociedad civil, a la que reiterará la disposición de Tiflis de ingresar a la UE en base al acuerdo firmado en 2014.