Al menos once heridos y once detenidos dejó este martes la detonación de tres granadas en un nuevo enfrentamiento en la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más grande, poblada y peligrosa de Ecuador, donde a mediados de noviembre se registró una masacre en la que 17 reclusos fueron asesinados y otros 15 resultaron heridos.
Entre los heridos en el incidente de este martes hay nueve presos, un militar y un guardia carcelario, según detalló a periodistas Pablo Dávila, jefe de la Policía Nacional para la Zona 8, que comprende la ciudad de Guayaquil y su área metropolitana.
Los heridos fueron trasladados a un hospital para recibir atención médica, según informó el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), la institución del Estado encargada del control y administración de las cárceles ecuatorianas.
Al mismo tiempo, las autoridades penitenciarias procedieron a evacuar al personal de esta cárcel situada en Guayaquil, «bajo estrictos controles de seguridad».
Los detenidos como presuntos causantes de detonar las granadas son siete reclusos y dos guardias penitenciarios, como sospechosos de haber proporcionado los artefactos explosivos a los presos que generaron este incidente, ocurrido en torno a las 14:30 hora local (19:30 GMT).
De acuerdo al SNAI, los incidentes fueron provocados por dos reos y llevaron a que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional activasen los protocolos correspondientes para tratar de volver a poner orden dentro del recinto penitenciario.
Las cárceles de Ecuador están bajo control de los militares desde enero pasado cuando el presidente, Daniel Noboa, declaró el conflicto armado interno contra los grupos criminales, a los que pasó a llamar «terroristas» y a los que se atribuyen las masacres ocurridas en las cárceles en los últimos años.
Con unos 6,000 reos en su interior, la Penitenciaría del Litoral es la cárcel más grande del complejo carcelario de Guayaquil, un conjunto de cinco prisiones donde están recluidos alrededor de 12,000 presos.
Ese espacio ha sido en años anteriores el escenario de las peores masacres entre reos registradas dentro de la ola de violencia criminal en la que se encuentra Ecuador desde finales de 2020.
En las cárceles ecuatorianas han sido asesinados entre 2021 y 2023 más de 500 presos, la mayoría en una serie de masacres carcelarias por enfrentamientos entre bandas criminales rivales.
El último de estos episodios se dio el 12 de noviembre en la misma Penitenciaría del Litorial, con el saldo de 17 muertos y 15 heridos. Otra matanza similar dejó 31 muertos en tres días en 2023 en el mismo recinto carcelario.
Ecuador atraviesa por una crisis de inseguridad que lo ha ubicado como el país latinoamericano con la tasa más alta de homicidios, al registrar 47,2 por cada 100,000 habitantes en 2023, ocho veces más que en 2016, lo que se atribuye el auge del crimen organizado, dedicado principalmente al narcotráfico, las extorsiones y la minería ilegal.