La policía sueca ha abordado el barco chino sospechoso de haber estado involucrado en la rotura de dos cables submarinos en el mar Báltico el mes pasado, tras haber recibido una invitación de Pekín para actuar como observadores, pero no tiene permiso para inspeccionarlo.
«Unos representantes de las autoridades chinas están realizando investigaciones en el barco y han invitado a las autoridades suecas para participar en calidad de observadores. La Comisión Nacional de Investigación de Accidentes también participa», informó la policía sueca en un comunicado.
Los agentes suecos a bordo del barco, que lleva más de un mes bloqueado en el estrecho de Kattegat, en aguas internacionales entre Dinamarca y Suecia, «no están realizando ninguna medida investigativa», precisó la institución.
Investigan una avería en cable telefónico submarino entre Finlandia y Alemania
Las pesquisas que se están realizando en el Yi Peng 3, destacó el comunicado, no forman parte de las diligencias preliminares por un posible delito de sabotaje abiertas bajo la autoridad del fiscal del Estado sueco Henrik Söderman, en las que participan también conjuntamente Finlandia y Lituania.
«Estamos aquí observando lo que hacen las autoridades chinas», declaró un portavoz de la policía sueca, Per Engström, a la cadena pública SVT.
Estocolmo había solicitado con anterioridad a Pekín que se les permitiera examinar el carguero, para completar la investigación submarina que se ha realizado ya en los puntos en los que se descubrieron daños en los cables submarinos.
Los daños en los cables de datos -uno de ellos entre Finlandia y Alemania y el otro entre Suecia y Lituania- se produjeron posiblemente entre el 17 y el 18 de noviembre y todos los países afectados han expresado sospechas de que pueda tratarse de un caso de sabotaje.
La posición del Yi Peng 3, que zarpó del puerto ruso de Ust-Lugá y se dirigía a Egipto, coincide geográfica y temporalmente con los daños, según los datos de tráfico marítimo.
El caso recuerda al del mercante chino Newnew Polar Bear, cuya ancla dañó el año pasado, también en el Báltico el gasoducto submarino Balticconnector y un cable de telecomunicaciones, ambos entre Finlandia y Estonia, de acuerdo con las autoridades chinas de forma accidental.