El Cibao afronta la vuelta en casa como gran favorito para darle el cuarto título a la LDF y segundo en cuenta propia, gracias a su grandilocuente escuadra en todos los flancos, cuando este martes (8:00 PM) se juega la vuelta de la final en la Copa Caribeña de Clubes Concacaf.
Los tetracampeones nacionales quieren emular el cetro ganado en 2017 (con otra denominación), y para ello tienen todo para lograrlo, principalmente un despiadado ataque que sólo la pericia de los cuarteleros rivales evitó que la vuelta se juegue con ambas parcelas por lo menos en tablas.
Entre su enorme arsenal demoledor, el mayor bombardero, Rivaldo Correa, llega a esta vuelta con sed de revancha, por cuanto en la partida inicial tuvo sus oportunidades de al menos conseguir la igualdad.
Cibao es el quinto finalista que aporta la LDF, siendo también subcampeón en el 2022.
La cosecha eledefeña ha sido más que próspera en sus diez estaciones de existencia, con dos poderosos exponentes, agregando al bicampeón nacional e internacional Pantoja, quien se hizo de los cetros en 2018 y 2020 (ganó la final para acceder a ConcaChampions).
El circuito doméstico igualmente ha llevado a instancias profundas a los clubes Moca (dos veces) y Vega Real, quienes disputaron semifinales en este lustro veinteañero. Incluso, la LDF este año tuvo por primera vez dos miembros en dicha etapa.
Cibao tiene la plena convicción que dará la vuelta al marcador, con todos sus soldados en plenitud física, y sobre todo “que jugaremos en casa, con todo el público a favor”.
El técnico naranja, Júnior Scheldeur, reconoció la enorme responsabilidad en sus hombros y hombres, pero asegura que afronta el reto “con mucha felicidad, alegre, porque esta experiencia no la viven todos los clubes…”.
Scheldeur puso claro que viene con cambios en la vuelta, con ajustes necesarios, sabiendo que llega abajo en el global.
Cibao llega con la encomienda de sacar diferencia de dos goles, para virar el global, y reconoce que no será tan fácil, si no impiden el daño rival en lo mayor posible.